El SENADIS se ha convertido en el principal gestor de soluciones para las personas en situación de discapacidad, destacando su trabajo en la Ley de inclusión laboral, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción y la derogación de un reglamento que prohibía que estos pudiesen ser jueces o notarios públicos.

El servicio del Ministerio de Desarrollo Social, adhiere desde 2008 a la Convención Internacional de las Personas con Discapacidad de la ONU, que propone un cambio de paradigma de las actitudes y enfoques con que se trata el tema, innovando en el actuar y obteniendo resultados más positivos.

En dicha Convención determinan que las situaciones de discapacidad no están en la personas, sino en la interacción que estas tienen con el entorno, y cuando ese hábitat presenta barreras, se genera y aumenta la situación de discapacidad en la persona.

Por lo tanto, si esos factores externos o del entorno en los que se desenvuelve cualquier persona son adecuados, con accesibilidad universal y están regulados, la situación de discapacidad de una persona disminuye, y deja de ser un impedimento.

Durante el 2015, el SENADIS realizó un 2do Estudio Nacional de Discapacidad, que buscó entender, bajo un enfoque de Derecho establecido por la Convención de la ONU, el panorama en el que se encuentran las personas con situación de discapacidad, convirtiendo a Chile en el país pionero a nivel mundial en aplicar la encuesta modelo de la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.

La radiografía que muestra este estudio ha tenido como objetivo principal ser la fuente de elaboración de políticas públicas, ya que aborda a la discapacidad desde una mirada integral, explicando cómo es la relación que tienen estas personas con el entorno, en qué condiciones de salud se encuentran y el desempeño logrado en distintos ámbitos de la sociedad.

Los resultados indicaron que hay cerca de un 16,7% de la población, mayores de 2 años, que se encuentran en situación de discapacidad, es decir, 2 millones 836 mil 818 personas, de los cuales 2.606.914 representan a mayores de edad, siendo el 91% de los casos, mostrando la estrecha relación existente entre el envejecimiento y las diferentes situaciones.

A raíz de los resultados de la encuesta, el Director de SENADIS, Daniel Concha, cree que “todavía hay mucho que avanzar como país, tanto en materia de accesibilidad, en materia de inclusión, en los ámbitos de educación y en materia de inclusión laboral”.

En ese sentido, el Director aborda cuatro puntos relevantes a la hora de construir una sociedad más inclusiva:

• Accesibilidad:

El Estado chileno debe, por ley, identificar y eliminar cualquier obstáculo y barrera que impida a las personas en situación de discapacidad tener acceso a su entorno, al transporte, los servicios públicos y las tecnologías de la información y las comunicaciones, esto a raíz de la Convención de las Naciones Unidas, estableciendo la Accesibilidad como un Derecho Fundamental.

En relación a esto, el SENADIS, en conjunto con la CONAF y el SERNATUR, han promovido el Turismo Accesible, que consta en quitar barrera y habilitar infraestructura para que las personas en situación de discapacidad de origen físico y las de 3ra edad puedan disfrutar de vacaciones o salidas recreativas, ya sea en la playa, bosques u otros.

El Senadis también ha promovido y reconocido con el Sello Chile Inclusivo las prácticas responsables de accesibilidad por parte de instituciones, ong’s, privados, entre otros, que bajo las categorías: inclusión laboral, accesibilidad al entorno físico y la accesibilidad en los sitios web, se han hecho parte de la inclusión.

Por último, una de las grandes modificaciones que se hicieron para aumentar la accesibilidad, fue la modificación de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que dictó la ley N° 20.422 o Ley de Igualdad de Oportunidades para Personas con Discapacidad, que exige a todos los edificios, ya sean públicos o privados, construidos desde 1994 al 2016, presentar planes de accesibilidad que asegure una  movilidad autovalente y sin dificultad.

La Ley también dicta que toda construcción desde 2016 en adelante debe presentar un plan similar pero asegurando que toda la construcción tendrá accesibilidad universal.

• Educación:

Uno de los objetivos de SENADIS es que todas las personas en situación de discapacidad puedan acceder a la educación superior, y es por eso que el 2017 fue el año en que aumentó de 94 a 452 los jóvenes que rindieron la PSU, luego de las adecuaciones que se le realizaron al Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), que facilita la rendición mediante ayudas técnicas, como salas especialmente adaptadas con computadores, mayor iluminación, un intérprete en lengua de señas, pruebas en braille, entre otros.

Otro avance, y que antes era una injusticia, es la derogación de un reglamento que prohibía que personas que estudiaban derecho y que están en situación de discapacidad pudiesen ser jueces o notarios, a pesar de sus calificaciones.

Hoy en día, Darío Alfaro, estudiante de derecho en la Universidad de Chile y que está en situación de discapacidad de origen visual desde los 15 años, se está preparando para rendir su examen de grado y postular a la Academia Judicial para poder cumplir una de sus metas: ser juez de la república. Él podría ser el primero en obtener ese título.

• Laboral:

El 29 de mayo del 2017 se promulgó la Ley N° 21.015, o más conocida como la Ley de Inclusión Laboral, que impide cualquier tipo de discriminación o exclusión por motivos de que la persona se encuentre en situación de discapacidad.

Esta ley les garantiza trabajo en toda entidad pública o empresa privada que cuente con 100 o más trabajadores, reservándoles el 1% de la cuota laboral.

El nuevo reglamento termina con la discriminación salarial que estos sufrían al momento de desempeñarse en sus labores, sobre todo quienes viven en situación de discapacidad de origen intelectual, ya que la antigua normativa permitía que los empleadores les pagaran salarios por debajo del mínimo.

• Inclusión:

Este último punto depende de dos actores: la institucionalidad, como lo es el SENADIS y los gobiernos de turno; y la sociedad, que juega el rol más importante al momento de hablar de inclusión, debido a que las personas en situación de discapacidad conviven en ella, y si esta no está educada y no cuenta con el conocimiento necesario para tratarlos o para ayudarlos, no compaginarán y la segregación seguirá su histórico rumbo.

En palabras del director de SENADIS, “el llamado es a vencer estereotipos, como que ellos trabajan menos o que viven en otro mundo”. La inclusión parte por reeducarnos para entender que no son ellos los que cuentan con una situación de discapacidad, sino que somos nosotros, el entorno, los que les ponemos barreras para que tengan una vida “normal”.