En un seminario que analizó la evolución de las problemáticas sociales desde los años 90 hasta 2017, y que contó con la presencia de expertos internacionales, las autoridades del ministerio de Desarrollo Social coincidieron en la fortaleza de la alianza público-privada para abordar las carencias de los chilenos

El Chile actual es muy distinto al de la década del 90. Esa es uno de los consensos que se lograron hoy luego del análisis que realizaron las autoridades del ministerio de Desarrollo Social, los académicos y el público que participó en el seminario “Evolución de la pobreza 1990-2017: ¿cómo ha cambiado Chile?”, realizado en el Centro Cultural La Moneda.

El encuentro, organizado por la Subsecretaría de Evaluación Social, contó con la presencia de Sabina Alkire, directora de la Iniciativa de Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI), y protagonista en el desarrollo e implementación de la medición de pobreza multidimensional tanto en Chile como en el mundo. Este indicador incorpora diferentes aspectos de la vida cotidiana de las personas en los diagnósticos sobre los cuales se construyen políticas públicas y constituye un llamado a complementar la pobreza por ingresos con una mirada más integral de las familias y sus preocupaciones diarias.

El ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, comentaron los avances y desafíos de Chile en materia de pobreza. En ese contexto, la subsecretaria entregó un adelanto del documento que le dio el nombre al seminario y que será dado a conocer por completo durante los próximos meses y fue elaborado en conjunto con el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD).

El informe realiza un análisis, por primera vez, de la evolución entre 1990 y 2017 de los indicadores de pobreza multidimensional, que hasta ahora habían sido estimados solo entre 2009 y 2017. También pondera la pobreza por ingresos durante estas casi tres décadas, cuya serie comparable estaba disponible solo desde 2006.

“Chile ha pasado de ser un país de pobres a un país de clase media, con todas las definiciones diferentes que pudiera tener”, sostuvo el ministro Alfredo Moreno. “Tenemos que dar un paso adicional, porque tenemos nuevos problemas y tenemos que construir sobre lo que hemos hecho”, agregó. 

En esa misma línea, la subsecretaria Candia explicó que Chile ha tenido grandes avances en materias de asistencia escolar, hacinamiento y atención en salud, por solo nombrar algunas. Agregó que el diagnóstico que entrega la pobreza multidimensional aún refleja un panorama preocupante: 29,4% de los hogares en Chile tiene carencias en materia de escolaridad, vale decir, que al menos uno de sus integrantes mayor de edad no ha completado el nivel educacional que exige la ley; o que 30,7% de los hogares tiene al menos un miembro que, estando ocupado y sin ser trabajador con educación superior, no cotizó en el sistema previsional, escenario que ha permanecido sin grandes cambios en estas últimas tres décadas.

La subsecretaria Candia también mencionó que en términos de malnutrición Chile hoy tiene un problema distinto al que tenía en los 90, donde la causa de la carencia era la desnutrición en los niños. En cambio, hoy las complicaciones son sobrepeso y obesidad.

Mediante la construcción de la medida para el período 1990-2017, en materia de pobreza por ingresos —que utiliza el ingreso como indicador de la capacidad de los hogares de satisfacer las necesidades básicas de sus integrantes— se refleja la notoria evolución en la situación socioeconómica del país. 

“Las importantes mejoras que ha tenido Chile en casi tres décadas en materia de pobreza, tanto por ingresos como en indicadores de la medida multidimensional, están explicadas por el crecimiento económico, la implementación de políticas sociales focalizadas eficaces y en una serie de consensos nacionales materializados en una legislación que ha generado efectos positivos en la población. Sin embargo, aún hay problemáticas invisibilizadas, lo que debe ser abordado por medio de un trabajo colaborativo de alianza público-privada”, concluyó la subsecretaria Alejandra Candia.

En ese contexto, el ministro Moreno recordó que hay miles de personas con problemas y que no han podido resolverlos por sí mismos. Para ello, el Gobierno convocó a distintos actores del Estado, la sociedad civil, el sector privado, la academia y representantes ciudadanos en torno a la iniciativa Compromiso País, que busca levantar soluciones colaborativas a problemáticas complejas, permitiendo que en Chile nadie se quede atrás.